Nuestras terrazas floridas
Adalgiza Porto Triviño siempre pensó en tener un jardín en su nueva casa. Al llegar hace seis años a Ciudad del Bicentenario lo comenzó con su hermana Celia, quien trajo la mayoría de las plantas que hay en la terraza y en el patio. Celia, lamentablemente, murió hace un año, pero las plantas que cultivó con tanto amor perviven en la terraza llena de coralinas y presidida por un hermoso bonche rojo. Los gatos no lo dejan progresar más, pues ensucian y dañan algunos brotes, dice Adalgiza. En diagonal suyo, la señora Idelina ha hecho un hermoso cerco de coralinas rojas.
La de Juana Ibarra, nacida en el Carmen de Bolívar, combina una buena cantidad de plantas con un piso cerámico que también se convierte en matera al adaptarse al espacio. El orgullo de ese jardín es la campana amarilla que Juana trajo de la subida de Turbaco. Es una enredadera que llega hasta el segundo piso y ha armado una especie de techo vegetal y florido que se distingue desde lejos. Esa campana es la ‘madre’ de al menos otras tres que adornan otras casas de la cuadra. Cada vez que está podando, los vecinos le piden esquejes y ramitos. Un jardinero le regala plantas a ella, porque sabe que las va a cuidar.
Sirley Romero siempre quiso tener dos mangos y un limonero en su casa. Y esos fueron los primeros habitantes de su nuevo hogar: los sembró un 30 de agosto y la mudanza de la familia fue cuatro semanas después. Reformaron la casa esquinera y al cambiar de lugar el ingreso los dos mangos quedaron presidiendo la fachada. Poco a poco ha sembrado más plantas, pero Romeo, el pequeño perro de un año, no las ha dejado crecer. “Yo quisiera ver mis materas copaditas de plantas, pero así no se puede”, explica.
Nancy Rodelo ha optado por el reciclaje y el color. Las materas colgadas tienen rostros en los que la agarradera ocupa el lugar de la nariz; envases de agua recortados se han convertido en el hogar de cactus y suculentas; el color verde ácido de la pared contrasta con las plantas y las pequeñas materas. Un jardín en pequeña escala que no deja de sorprender y darle vida a esta esquina.
Un gran atleta y una madre campeona
“El primer campeonato que gané fue en Cali como en el 2014 pero yo competía desde el 2010. Cuando lo gané sentí mucha alegría y orgullo, gracias al profesor, a las prácticas, el esfuerzo y a Dios. Luego gané muchos otros campeonatos. Habría que contar las medallas para saber, pero son más de veinte”, cuenta Andrés.
Las vocaciones de Edward Antonio Zúñiga
Ha sido boxeador, pintor, albañil, ceramista, viajero y cuando ha hecho falta también ha excavado y tirado machete en el campo. En nuestro barrio ha sembrado cientos de árboles, es líder comunitario, responsable del shut de basura de su sector y el tiempo le alcanza para ayudarle a su compañera en el restaurante.
Unas variedades que dan vida
Las tiendas misceláneas nos resuelven de todo en el barrio: los útiles escolares, los productos de aseo y belleza, la fotocopia de última hora y hasta las sillas para la fiesta infantil. Tres emprendedoras nos cuentan cómo comenzaron y evolucionaron sus negocios y si ven espacio para nuevas iniciativas así en Ciudad del Bicentenario.
Un refugio a la vista de todos
La biblioteca de Ciudad del Bicentenario está hoy en un extremo del macroproyecto urbano, pero algún día estará en su corazón. Algo parecido sucede con su uso: por ahora no es masivo, pero poco a poco está conquistando el afecto, sobre todo de jóvenes que encuentran en ella un espacio para vivir y soñar.
Empleo en Bicentenario: Tres sueños cumplidos
Para conseguir empleo en Cartagena no basta con las ganas. Hay que pedalear, esperar, adaptarse a lo que pide el mercado laboral y apoyarse en las oportunidades de guía y formación que van surgiendo. Tres vecinos nos cuentan su historia hasta conseguir un empleo formal. Todos han pasado por los programas de la Fundación Santo…
¿Y cómo consigo empleo en Cartagena?
No hay una fórmula mágica, pero sí unos buenos pasos previos que a muchos les han funcionado. Freddy Anaya y su equipo llevan varios años integrando a vecinos de Ciudad del Bicentenario en el mercado laboral de la ciudad. Tienen recomendaciones útiles para quienes buscan empleo, especialmente los más jóvenes, a quienes el desconocimiento y…
Omaris Clemente Polo
Se crió en Tolú Viejo, con costumbres de pueblo, como la tranquilidad y el saludo cordial con todos. De ahí le quedó la sonrisa eterna, que le ha ayudado a lidiar las épocas difíciles y a ganarse el afecto de los vecinos. En particular, el de los muchachos en riesgo con los que ha trabajado.…
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