El hombre que nació tres veces

El bibliotecario Waldir Pérez Pérez nació por primera vez en San Juan Nepomuceno, en mayo de 1976. Le gusta decir que su segundo nacimiento fue cuando llegó a Cartagena, a los catorce años y apenas con tercero de primaria. 

“Fue en la maravillosa biblioteca del doctor Francisco Bustillo Cueva, en la calle Real de Manga, quien tuvo la genial idea de poner en mis manos un libro. Yo apenas sabía leer. En esa biblioteca tuve una segunda infancia con los clásicos griegos; con Sócrates, Aristóteles, Platón y con los grandes autores de teatro”.

Desde entonces los libros han sido la marca fundamental de su vida. Bustillo era un reconocido médico pediátra, oriundo también de San Juan Nepomuceno, así que cuando su esposa le dijo que necesitaba un muchacho para ayudarla en los mandados y a arreglar el jardín, le llegó el nombre de Waldir. 

“El doctor Bustillo vio que yo era una esponja y me enseñó toda la poesía de Pablo Neruda, de memoria”.

Luego vino el tercer nacimiento: un yerno del doctor Bustillo, el también pediatra José Salgado, lo acercó a su biblioteca, también enorme, y empezó a enseñarle de otra manera. “–Estás estudiando mal, no es así de memoria, sino que se interpreta, se analiza y se produce– me decía. Era un adelantado en temas de pedagogía”.

En medio del trabajo y el aprendizaje, sacó tiempo para terminar la primaria y estudiar bachillerato nocturno. Allí conoció a su esposa y madre de tres de sus hijos: Andrés Felipe, de diecisiete años; Juan Felipe, de catorce; y Sara Sofía, de seis. Una cuarta hija, que lo ha hecho dos veces abuelo, la tuvo bastante más joven.

En la Fundación Universitaria San Martín trabajó en archivo y correspondencia. Desde 2014 trabajó un par de años en la división de Helados en Colombina. Y en 2016 la experiencia previa en la San Martín le allanó el camino para entrar a la biblioteca de la Universidad Tecnológica de Bolívar -UTB-, donde sigue laborando. Se moviliza en bicicleta todos los días, cuatro kilómetros de ida y cuatro de regreso.

“En la entrevista le dije a la directora que no me importaba ganar más o menos que en Colombina, pero que sí quería estar cerca de los libros. Creo que con eso pasé al final”, relata. Desde entonces trabaja como auxiliar de biblioteca, lo que también lo lleva a un trato cotidiano con los estudiantes. “También hay unos docentes maravillosos y unos compañeros de trabajo geniales; todas esas puertas me las han abierto los libros, naturalmente”. 

“A mis hijos les digo que me levanté a su mamá a punta de poesía y que gracias a los libros he encontrado trabajo. Ella se pone brava y me dice –Y también gracias a Dios— Y sí, en eso tiene razón”.

Desde 2021 son vecinos de Parques de Bolívar. “Duramos quince años pagando arriendo en Cartagena y al mudarnos nos quitamos ese peso de encima. Además, los primeros seis meses no había contador de agua ni electricidad. Por un lado no llegaba recibo para pagar, pero por el otro todos los días se iba la luz o el agua. Entonces eso se vivió en penumbras y a palo seco”. 

“Ahora esto es una maravilla: un conjunto cerrado, que se ha ido poblando bastante. Es una comunidad con un gran crecimiento y se visualiza una cosa muy grande para este barrio y todo el macroproyecto”.

Tiene un proyecto llamado Dilo con Palabras, para promover la lectura en niños, jóvenes y adultos; pero con el enfoque de que les sirva como una herramienta para la vida; para ganar amigos o presentar una entrevista, por ejemplo. Que no se quede en un conocimiento quieto y apartado del mundo. Activar ese proyecto requiere de tiempo y búsqueda de aliados y recursos, pero Waldir no pierde la ilusión de sacarlo adelante. 

También quiere acercarse a la comunidad a partir de su biblioteca personal, que ha coleccionado en todos estos años. “Para que los vecinos se acerquen al libro por placer y no por obligación; que sea para la vida y que te puedas valer de algo de ese conocimiento. Para eso es que están los clásicos”.

Posted in

Soy Bicentenario 2023

Leave a Comment