De la convivencia a la seguridad 

Las cifras de Cartagena Cómo Vamos nos dan pie para profundizar en un tema de preocupación para la comunidad. Es un proceso de dos facetas que se retroalimentan: una mejor convivencia contribuye a una mejor seguridad y viceversa. En ese aspecto hay mucho que podemos mejorar como comunidad, con el apoyo de las instituciones y la seguridad oficial.

De la mano de dos líderes, además de conversaciones informales con otros vecinos hemos trazado un balance de estos temas. El primero de ellos es Ney Arturo Lorenzo, vicepresidente encargado de la Junta de Acción Comunal y con experiencia en gestión de proyectos sociales y comunitarios.

Ney introduce el tema con la siguiente reflexión: “antes de  hablar de Ciudad de Bicentenario hay que analizar que la inseguridad ha aumentado en el país y en particular en la ciudad de Cartagena. Las estadísticas hablan por sí solas. Bicentenario no está desligado de esos escenarios”.

Su segunda reflexión tiene que ver con nuestra dinámica de poblamiento, que seguirá creciendo, y con los distintos tipos de población que aquí han coincidido para generar una nueva realidad urbana y social.

“En Bicentenario coincidimos clase trabajadora; víctimas del conflicto armado que vienen de la misma Cartagena, pero también de otras poblaciones; familias afectadas por la ola invernal, por fallas como las de San Francisco; familias del proyecto de vivienda gratis de un gobierno anterior. Entonces cada quien llega con su comportamiento y sus costumbres; llegamos acá a tratar de llevar una mejor convivencia y relación con nuestros miembros, con nuestros vecinos”, explica Ney.

El segundo líder es Robinson Montero, nacido en San Onofre y quien antes de vivir en Bicentenario fue vecino por muchos años de El Pozón, así que puede comparar las dinámicas. Es miembro del Comité de Seguridad.

El diagnóstico de Robinson es similar al de Ney: la situación en el barrio es compleja porque coinciden varios factores, pero al mismo tiempo tiene una visión un poco más optimista. Si hace el balance, desde que Bicentenario comenzó a poblarse hasta este momento, ve signos de mejoría evidente. 

“Bicentenario es de las urbanizaciones mejor diseñadas que hay en Cartagena. Están ganando las personas que quieren ver el barrio mejor, porque cada día se van empoderando más de la situación y nos vamos uniendo en el sentido de buscar que la imagen del barrio cambie”, opina.

“Una idea principal es trabajar por los jóvenes, no dejarlos de lado, que se les ayude a cambiar la mentalidad de hoy por una mentalidad constructiva, que les ayude a progresar y a seguir adelante. Me consta que muchos han ido cambiando su forma de pensar y actuar; yo pienso que sí se puede y que el bien siempre va a vencer sobre el mal, aunque este nunca deje de existir”, agrega.

Policía y seguridad

• Bicentenario tenía cuatro cuadrantes de policía, cuando había menos sectores habitados. Ahora, que hay más familias, hay solo tres cuadrantes.

• Los tres cuadrantes en motocicleta no solo deben cubrir Bicentenario, incluyendo La Sevillana, sino también Flor del Campo, Colombiatón y Villas de Aranjuez. Demasiado territorio para cubrir.

• Bajó muchísimo la presencia de un CAI móvil que antes estaba operativo en el sector y tenía equipos tecnológicos. Antes hacía rondas, principalmente por la rotonda, pero ahora se ve muy poco.

• Hay un punto débil en las madrugadas, cuando los trabajadores salen a esperar su transporte antes de que raye el alba. Se presentan atracos a esa primera hora.

• Los comandantes son cambiados con más frecuencia de la deseable. Los ha habido con un buen acercamiento con la comunidad y también  los que se sienten poco. “Alguno construye unos lazos y tiene unos programas dirigidos a los jóvenes para que vayan cambiando y resulta que lo relevan; entra otro y no hace seguimiento a los programas, entonces ahí se desintegra el esfuerzo”, explica Ney.

Convivencia

• No se han superado los efectos de la pandemia por Covid 19, con la caída de los ingresos y el deterioro general de la economía de las familias. Hace falta mantener políticas del Distrito que contribuyan en ese sentido.

• En clave de seguridad, los jóvenes deben ser un público prioritario para el Distrito y sus instituciones. Son muchos los que no están trabajando ni estudiando y ahí se genera el ambiente de desesperanza y exclusión que los hace proclives a estar en bandas o “parches” que pronto degeneran en algo más peligroso. 

Enfrentamientos

• Aunque han bajado de manera fundamental frente a lo que ocurría hace una década, con choques campales, sigue habiendo enfrentamientos entre algunos jóvenes de un sector u otro.

• Pese a que los lugares donde ocurren esos enfrentamientos están plenamente detectados no se nota una acción decidida por parte de las autoridades.

Algunas soluciones

Como se ve, el mapa de problemas es complejo y están entrelazados unos con otros: hay temas de convivencia y acuerdo entre vecinos; otros de alcance institucional; otros de policía y seguridad. 

• Desde la Junta de Acción Comunal se quiere incidir con Distriseguridad en la instalación de cámaras con monitoreo de la policía, para que haya una reacción rápida.  Ubicarlas en sitios donde es más probable la ocurrencia de delitos.

• Se puede buscar a las universidades y sus centros de conciliación, para que operen en el territorio.

• Falta una comisaría de familia más cercana, así no sea en el propio Bicentenario, porque las existentes están muy lejos y hacen que la gente desista de ese mecanismo. 

• En Cartagena no solo está creciendo Bicentenario sino todo el amplio sector desde La Carolina hasta los barrios aledaños. Aunque han sido el gran polo de crecimiento en la última década, la institucionalidad no ha ido al mismo paso: puestos de salud, puntos del Sisbén, policía, etc. Sería muy conveniente que ese tema entrara en la agenda pública, aún más teniendo un proceso electoral cercano. 

• Los eventos y procesos de deporte y cultura han demostrado ser muy útiles para una buena convivencia. En Ciudad del Bicentenario estamos avanzando en la dirección correcta, pero aún hay mucha población por cubrir. También hay que controlar para que no se desborden las emociones y haya riñas, que a veces ocurren en esos espacios.

• Entender que el trabajo con jóvenes no solo es un asunto de policía, sino una presencia de la Alcaldía y las instituciones del Distrito y la Nación, principalmente las encargadas de los jóvenes, para ofrecer oportunidades de socialización, estudio o empleo. Y, como base obvia, de una acción dentro de cada familia.

• Instalar alarmas donde haga falta y hacerle mantenimiento a las que ya existen.

• Volver a instalar de nuevo los frentes de seguridad por sector. Hay unos que ahora están funcionando, pero son contados.

• Que se retome la confianza que se había construido entre las autoridades y la comunidad, con programas con jóvenes y niños, policía cívica y otras acciones, que lamentablemente decayeron durante el tiempo de pandemia y no volvieron a recuperarse tras dar buenos resultados.

Las cifras desde 

Cartagena Cómo Vamos

Los indicadores en Bicentenario

ACCIDENTES 

En Cartagena hubo 129 muertes por accidentes de transporte en 2021. En el Megabarrio Bicentenario no hubo ninguna. Tampoco hubo casos de suicidio ni muertes accidentales. Estas últimas sumaron 61 en toda Cartagena.

HOMICIDIOS

En 2021 aumentaron en dos por ciento los casos de homicidios en Cartagena. Llegaron a 246, de los cuáles uno se presentó en Bicentenario. 

El mayor número de homicidios se presentó en Olaya Herrera, con 23 casos; seguido de El Pozón, con 17; La Candelaria y Pasacaballos, con 10 cada una; y Nelson Mandela, con 9. 

VIOLENCIA

En 2021 en el Megabarrio Bicentenario se hicieron 6 denuncias de violencia intrafamiliar: 4 por violencia entre la pareja, 1 por otros familiares y 1 por violencia en niños, niñas y jóvenes. 

Respecto de la violencia interpersonal, en Bicentenario se presentaron 15 casos, entre los 1.057 que se denunciaron en toda la ciudad.
Se documentaron 9 casos de delitos sexuales, respecto de los 417 que se denunciaron en toda Cartagena, con un aumento en la ciudad del 20 por ciento.