{"id":999,"date":"2024-01-03T09:58:01","date_gmt":"2024-01-03T14:58:01","guid":{"rendered":"https:\/\/soybicentenario.com\/?p=999"},"modified":"2024-01-03T09:58:04","modified_gmt":"2024-01-03T14:58:04","slug":"hablamos-de-embarazo-adolescente","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/soybicentenario.com\/edicion-revista-11\/hablamos-de-embarazo-adolescente\/","title":{"rendered":"\u00bfHABLAMOS DE EMBARAZO ADOLESCENTE?"},"content":{"rendered":"\n
Una joven en edad escolar que tiene un beb\u00e9 compromete el presente y el futuro de los dos, seg\u00fan coinciden estudios y estad\u00edsticas: la probabilidad de que ambos permanezcan en la pobreza es muy alta.<\/p>\n\n\n\n
Por eso, si se quiere ser efectivo en elevar el bienestar social y econ\u00f3mico de una poblaci\u00f3n, la reducci\u00f3n del embarazo adolescente debe ser una prioridad. Y hay que hacerlo al mismo tiempo que se atiende, se integra y se da valor a las j\u00f3venes que han sido madres antes de los tiempos recomendables.<\/p>\n\n\n\n
Un gran obst\u00e1culo es que en nuestro contexto hemos normalizado ver madres muy j\u00f3venes: \u2013As\u00ed pasaba antes y ya se ver\u00e1 la manera de salir adelante\u2013 dicen muchos. Pero que antes ocurriera con frecuencia no quiere decir que estuviera bien.<\/p>\n\n\n\n