La verdad por delante: a Agnes no le gustaba tejer.<\/p>\n\n\n\n
![\"\"](\"https:\/\/soybicentenario.com\/wp-content\/uploads\/2023\/06\/tejedoras.jpg\")
<\/figure>\n<\/div>\n\n\n\n\u201cEn el colegio nos pon\u00edan a tejer adornos. Mi pap\u00e1 me compraba la lana y como a m\u00ed no me gustaba esa labor, le daba la bolita a una compa\u00f1era que me hac\u00eda el tejido. Luego yo se lo mostraba a la profesora para la calificaci\u00f3n y cuando nos mandaban a hacer otro tejido desbarataba el anterior y le volv\u00eda a dar la bolita de lana a la compa\u00f1era para el siguiente proyecto y sacar buena nota. Por supuesto nunca pens\u00e9 que iba a vivir de eso y sacar a mi familia adelante\u201d, nos cuenta en su casa del megabarrio Bicentenario.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n\n\n\n
\u201cAntes viv\u00edamos en el barrio Fredonia, en Olaya. En Bicentenario vivimos hace doce a\u00f1os y estoy feliz porque es un barrio muy bonito y bien organizado; tenemos todos nuestros servicios, es tranquilo y sobre todo porque esta es mi casa propia: en Fredonia dur\u00e9 arrimada donde mi suegra por m\u00e1s de quince a\u00f1os as\u00ed que llegar a lo de uno era mucho m\u00e1s que bueno\u201d, nos cuenta en medio de sus artesan\u00edas.<\/p>\n\n\n\n
Resulta que en el bachillerato, aunque no quisiera, los tejidos artesanales le ayudaron a salir adelante. Ten\u00eda la necesidad de ayudar con el transporte y la merienda, para no recargar a su padre, que fue la figura fundamental de su infancia. Una t\u00eda era buena artesana pero no sab\u00eda ense\u00f1ar. Ni poquito. \u201c\u2013Es que a m\u00ed me da rabia cuando no me entienden\u2013 me dec\u00eda. Y yo le respond\u00eda \u2013No importa, ens\u00e9\u00f1eme\u2013. Ella me preguntaba \u2013\u00bfY usted me va a perdonar cuando le diga bruta. Es que yo no tengo paciencia para ense\u00f1ar\u2013\u201d. <\/p>\n\n\n\n
En medio de los rigores de la t\u00eda, Agnes comenz\u00f3 a aprender. Primero con mochilas tejidas. \u201cElla me regal\u00f3 una de las suyas; la llev\u00e9 para el colegio y la vend\u00ed; con esa plata compr\u00e9 hilo e hice otras dos mochilitas; las vend\u00ed y de nuevo compr\u00e9 m\u00e1s hilo, as\u00ed fui surgiendo\u201d, relata. <\/p>\n\n\n\n
Y de ah\u00ed sigui\u00f3 derecho: ropa infantil, y para adultos, cojines y otras producciones en las que dur\u00f3 unos ochos a\u00f1os, hasta que la venta fue bajando y adem\u00e1s estaba cansada. Se dijo que ten\u00eda que hacer otra cosa y se decidi\u00f3 a hacer mu\u00f1ecas, sin saber hacerlas ni c\u00f3mo le podr\u00eda ir con eso. \u201cEntonces me dec\u00edan \u2013El problema no es vender la primera mu\u00f1eca, que esa se la vendes a cualquiera, sino seguir vendiendo despu\u00e9s\u2013\u201d.<\/p>\n\n\n\n
Ella ve\u00eda sus mu\u00f1ecas muy feas, con los ojos fuera de lugar y cosas as\u00ed. Pero igual la invitaron a una feria. La sorpresa es que la gente ve\u00eda belleza donde ella ve\u00eda defectos.<\/p>\n\n\n\n
De ah\u00ed en adelante fue mejorando la t\u00e9cnica y empez\u00f3 a ganar premios y convocatorias a subsidios para microempresarios, como las del Departamento de Prosperidad Social, el PNUD o Acci\u00f3n Social. \u201cYo siempre iba prosperando porque no solo se trataba de que me dieran una maquinita o un material, sino que el tema era avanzar en el negocio\u201d.<\/p>\n\n\n\n
\u201cPara comenzar: hay que conseguir buenos clientes y si toca trabajar de amanecida para cumplir y sostener el hogar, pues hay que hacerlo. Un pedido grande que tuve fue con el almac\u00e9n El Golazo: ochocientas mu\u00f1ecas. Yo no sab\u00eda por qu\u00e9 un almac\u00e9n me pedir\u00eda tantas mu\u00f1ecas, pero s\u00ed la diferencia de precios de un comercio as\u00ed, que se dirige a otra clientela. El gerente me dijo que no me las pod\u00eda pagar al precio que yo ped\u00eda porque lo artesanal cuesta m\u00e1s. Pero en cambio me propuso cambios para adaptarla a su mercado: telas m\u00e1s baratas, menos detalles y m\u00e1s pensado para que la usaran las ni\u00f1as\u201d, explica.<\/p>\n\n\n\n
Toda la familia se puso a trabajar y al cabo de un mes ten\u00edan las ochocientas mu\u00f1ecas para El Golazo, que luego le sigui\u00f3 haciendo encargos. Tambi\u00e9n tuvo contrato con el Palacio del Beb\u00e9, con ropa tejida para beb\u00e9s, pa\u00f1aleras, canastillas. Hoy sus productos se siguen vendiendo en Las B\u00f3vedas y le hacen otros encargos, como uno reciente de mu\u00f1ecos para trabajo terap\u00e9utico con ni\u00f1os.<\/p>\n\n\n\n \u201cTambi\u00e9n hay que saber diversificar y estar atento a las temporadas y las fechas especiales, como el D\u00eda de la Madre. Por eso curs\u00e9 un t\u00e9cnico en el SENA donde aprend\u00ed collares, pulseras y aretes que son productos que salen bastante para vender afuera porque es un trabajo como de joyer\u00eda, pero no con materiales econ\u00f3micos y artesanales\u201d.<\/p>\n\n\n\n \u201cEsto no es que sea f\u00e1cil, pero s\u00ed se puede, y hay mercado para todos; la clave es hacer las cosas con amor y no gastarse el capital, que es sagrado: si vendes una mu\u00f1eca compras el material para hacer dos o tres mu\u00f1ecas m\u00e1s; si sabes invertir puedes triunfar. Si tienes cinco mil pesos y haces una mu\u00f1equita le sacas diez mil; compras material y vuelves y haces m\u00e1s, y vuelve y saca\u201d, explica. <\/p>\n\n\n\n Agnes, como casi todos, tuvo que lidiar con el baj\u00f3n en ventas que signific\u00f3 la pandemia por Covid 19. \u201cTen\u00eda una microempresa grande y bonita, muchos de mis productos se vend\u00edan. Con la pandemia tuve que bajar un poco, pero tenerla fue fundamental para sobrevivir\u201d.<\/p>\n\n\n\n \u201cHacer mu\u00f1ecas s\u00ed genera ingresos. Yo levant\u00e9 a mis hijos con eso y todos son unos profesionales\u201d. La mayor, Yarley del Carmen Herrera Romero, es profesora. Y los dos siguientes \u2013que tuvo con su compa\u00f1ero sentimental, el soldador Rogny Cuadro\u2013 son Aura Milena Cuadro Romero, trabajadora social en el colegio Gabriel Garc\u00eda M\u00e1rquez y el ingeniero Cristian David Cuadro Romero.<\/p>\n\n\n\n A diferencia de su t\u00eda, Agnes tiene toda la voluntad para ense\u00f1ar lo que sabe y ya lo ha hecho de manera gratuita con madres cabeza de hogar y adultos mayores. \u201cAlgunas veces la Fundaci\u00f3n Santo Domingo me lo ha solicitado: ellos me dan el material y yo les ense\u00f1o a mis vecinos sin cobrar un peso, porque la idea no es que yo sola salga adelante, sino que todos salgamos juntos\u201d.<\/p>\n\n\n\n Contacto: 316 671 95 13<\/strong><\/p>\n\n\n\n Maribel, en cambio, aprendi\u00f3 bastante mayor, hace unos tres a\u00f1os, obligada por la necesidad.<\/p>\n\n\n\n Ella es oriunda del Carmen de Bol\u00edvar, donde vivi\u00f3 toda su vida y fue tres veces presidenta de la Junta de Acci\u00f3n Comunal del barrio La Esperanza. Hace ocho a\u00f1os lleg\u00f3 a vivir de alquiler en San Jos\u00e9 de los Campanos. Unos meses antes de que el Covid 19 detuviera un poco el mundo, a Maribel le gustaron unas mu\u00f1ecas que hac\u00eda una se\u00f1ora en el barrio y que le parec\u00edan perfectas para sus nietas.<\/p>\n\n\n\n Dos veces por semana sacaba el tiempo y el dinero para pagarle las clases a la vecina. Por aquel tiempo tambi\u00e9n se dio la mudanza a la manzana 72 de nuestro megabarrio y la circunstancia de que nadie la contrataba para hacer aseo porque le dol\u00edan las piernas y las rodillas. <\/p>\n\n\n\n Aprendi\u00f3 bien el arte. Al punto que en el encierro por la pandemia empezaron a llegarle encargos: pocos pero iban creciendo. Maribel sent\u00eda que muchas veces era m\u00e1s por colaborarle, pero igual a un pedido le segu\u00eda otro. \u201cYo le dec\u00eda a Jehov\u00e1 que esto fuera algo bueno para mi vida y mi futuro, para desempe\u00f1arme en algo pues nadie me contrataba para los aseos\u201d.\u00a0<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n\n\n\n Las primeras mu\u00f1ecas las cos\u00eda a mano y le quedaban bonitas, como si fueran hechas a m\u00e1quina, pero era demorado. En alg\u00fan momento le lleg\u00f3 un buen encargo para enviar mu\u00f1ecas a Bogot\u00e1 y al mismo tiempo una vecina estaba vendiendo su m\u00e1quina. \u201c\u2013Deja que venda estas mu\u00f1ecas para compr\u00e1rtela\u2013 le dije. Y as\u00ed fue. Es de segunda pero no importa, est\u00e1 bonita y me ha sido de una utilidad grande porque as\u00ed me rinde m\u00e1s. Con la m\u00e1quina ya hago dos mu\u00f1ecas por d\u00edas, porque me sirve para hacer la figura. El relleno lo hago aparte, igual que las trenzas, todo eso a mano y \u00a1tambi\u00e9n las pinto yo misma!\u201d <\/p>\n\n\n\n La artesan\u00eda la ayud\u00f3 a recuperarse, no solo en lo econ\u00f3mico sino de una cirug\u00eda compleja en las rodillas, que la oblig\u00f3 a andar en muletas por un tiempo y luego en bast\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Un canal importante de encargos ha sido el digital, pues su hija publica las mu\u00f1ecas por Facebook y Whatsapp. Aparte los encargos de los conocidos y familiares suelen resultar en nuevos encargos de otras personas. <\/p>\n\n\n\n \u201cHace cinco d\u00edas me encargaron diez, ya entregu\u00e9 seis y me quedaban cuatro, pero un se\u00f1or vino temprano y se las llev\u00f3. Tengo otras cuatro encargadas por una conocida de mi nieta que las quiere para que sus ni\u00f1as jueguen\u201d, nos dice.<\/p>\n\n\n\n Vive con su hijo, as\u00ed que su yerna suele colaborar con el oficio mientras ella est\u00e1 dale que dale a la m\u00e1quina y las mu\u00f1ecas. \u201cDe esto s\u00ed se puede generar ingresos: la clave es ponerle amor y paciencia al emprendimiento, que despu\u00e9s lo econ\u00f3mico llega\u201d. <\/p>\n\n\n\n En el camino ha aprendido a hacerle variaciones a las mu\u00f1ecas y ya puede recibir encargos en los que le piden algunos cambios espec\u00edficos. Tambi\u00e9n quiere aprender a hacer otro tipo de artesan\u00eda y en particular, aprender a tejer.<\/p>\n\n\n\n Por el tema de las rodillas no se ha dedicado al liderazgo comunitario que ejerci\u00f3 tanto tiempo en su tierra natal, pero que implica mucho movimiento f\u00edsico.<\/p>\n\n\n\n Pero s\u00ed le ha sacado tiempo al estudio, pues estudiando los s\u00e1bados hace dos a\u00f1os logr\u00f3 terminar el bachillerato, mediante las pruebas del ICFES. \u201cQuiero estudiar en la universidad; si me dan el ancho me meto y en el nombre de Jes\u00fas quiero estudiar y graduarme\u201d.<\/p>\n\n\n\n Contacto: 324 388 51 79<\/strong><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Habr\u00e1 quienes vean el oficio de tejer y de hacer mu\u00f1ecas de trapo como un oficio menor, pero dos mujeres de nuestro megabarrio nos muestran dos caminos distintos para llegar a una vocaci\u00f3n y a una valiosa fuente de ingresos.<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":863,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[28],"tags":[14],"yoast_head":"\n![\"\"](\"https:\/\/soybicentenario.com\/wp-content\/uploads\/2023\/06\/TEJEDORAS-3-1024x535.jpg\")
<\/figure>\n\n\n\nMaribel Arrieta Orozco<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
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