Y all\u00e1 en esas misas dominicales en Colombiat\u00f3n empezaron a conocerse y a consolidar el grupo de trabajo, al que se han integrado otros feligreses en distintos momentos.<\/p>\n\n\n\n Gina<\/strong> desarroll\u00f3 su esp\u00edritu eclesial al estudiar en un colegio de monjas. \u201cEn la adolescencia me apart\u00e9 un poquito, pero cuando fui madurando me adentr\u00e9 en el servicio a la parroquia. Antes viv\u00eda en el barrio Lo Amador, all\u00e1 tocaba la campana, cantaba, le\u00eda y apoyaba al sacerdote en todas las actividades\u201d. <\/p>\n\n\n\n Gina lleg\u00f3 a Ciudad del Bicentenario el 24 de marzo de 2012 y casi de inmediato empez\u00f3 a buscar un lugar para asistir a misa. \u201cMe enter\u00e9 por la se\u00f1ora Julia Acevedo que la eucarist\u00eda la hac\u00edan en Colombiat\u00f3n y que cada quien ten\u00eda que llevar su silla. A las seis de la ma\u00f1ana del domingo me fui. No conoc\u00eda nada ni a nadie, pero me present\u00e9 con el padre y me puse a su disposici\u00f3n\u201d. <\/p>\n\n\n\n Sus ganas de servir a la comunidad a trav\u00e9s de la iglesia eran las mismas que ten\u00eda Glenia<\/strong>, nacida en Turbana, Bol\u00edvar, cat\u00f3lica desde los tres meses de vida, cuando fue bautizada. \u201cMi familia y yo viv\u00edamos en la plaza, frente a la iglesia, as\u00ed que iba a misa siempre\u201d. Antes de llegar a Ciudad del Bicentenario viv\u00eda en Altos de San Pedro, en el barrio La Reina y so\u00f1aba con tener su casa propia para servir en su parroquia. <\/p>\n\n\n\n A Bicentenario lleg\u00f3 en noviembre del 2011 y gracias a su amiga Auris, supo lo del boh\u00edo en Colombiat\u00f3n donde celebraban la misa. \u201cEra a las siete de la ma\u00f1ana. Yo ve\u00eda eso lejos, pero como \u00edbamos a servir no le pon\u00eda problema\u201d. <\/p>\n\n\n\n Auris<\/strong> es, en sus propias palabras, una fiel cat\u00f3lica desde el vientre de su madre. Su padre fue seminarista y le ense\u00f1\u00f3, junto a sus hermanas, los valores de la iglesia. \u201cComo a m\u00ed era a la que m\u00e1s le gustaba eso, me pon\u00eda a leer la Biblia”. <\/p>\n\n\n\n Auris viv\u00eda en el barrio Los Jardines y all\u00ed pertenec\u00eda al grupo Legi\u00f3n de Mar\u00eda. Ella empez\u00f3 como lectora. \u201c\u00c9l padre vio en m\u00ed el carisma para ser catequista y me motiv\u00f3 a catequizar a los ni\u00f1os para su bautizo, primera comuni\u00f3n y dem\u00e1s sacramentos. Empec\u00e9 a hacer cursos en Ema\u00fas \u2013que quedaba en Mar\u00eda Auxiliadora y luego en la Consolata\u2013 porque uno tiene que prepararse”. <\/p>\n\n\n\n Por su parte, Mayuris<\/strong> explica que aunque estudi\u00f3 en un colegio de monjas en Olaya, cerca de la parroquia de San Miguel Arc\u00e1ngel, no le gustaba ir a misa. \u201cYo estaba muy peque\u00f1a y no alcanzaba a ver, me daba mareo; pero me obligaban porque en el colegio me preguntaban el Evangelio\u201d. De hecho, al llegar ac\u00e1 s\u00f3lo sab\u00eda las oraciones normales de cuando hizo la primera comuni\u00f3n, pero ignoraba much\u00edsimas cosas, seg\u00fan reconoce. <\/p>\n\n\n\n Lleg\u00f3 a Bicentenario reubicada por la ola invernal del 2010 en San Francisco. \u201cLe promet\u00ed a Dios que si me entregaba mi casita, me congregaba al servicio de la iglesia. Es una acci\u00f3n de gracia porque lloramos mucho en ese tiempo por las p\u00e9rdidas de nuestros hogares\u201d. <\/p>\n\n\n\n As\u00ed que cuando lleg\u00f3 al barrio empez\u00f3 a buscar una iglesia cat\u00f3lica. \u201cUn domingo sal\u00ed temprano y vi a la se\u00f1ora Gladys con una silla, sab\u00eda que iba para misa y la segu\u00ed. El padre Luis Alfonso, que era muy observador, reconoci\u00f3 que yo era nueva y me pidi\u00f3 presentarme\u201d. <\/p>\n\n\n\n Junto a ellas, otras vecinas apoyaron el proceso desde el comienzo como la se\u00f1ora Julia Acevedo Correa<\/strong>, con m\u00e1s de treinta a\u00f1os de servicio en la parroquia San Francisco de As\u00eds, quien siempre ha seguido muy de cerca los temas parroquiales. Tambi\u00e9n las se\u00f1oras Elida \u00c1lvarez<\/strong>, Yamila Abdal\u00e1<\/strong> o Isabel Hern\u00e1ndez Morelo<\/strong>, entre otras, han apoyado y siguen firmes en el servicio como laicas de la parroquia. <\/p>\n\n\n\n Una vez juntas comenzaron a gestionar para que las misas en la propia Ciudad del Bicentenario fueran m\u00e1s regulares, comenzando por una al mes. Con meg\u00e1fono en mano, sal\u00edan a invitar a los vecinos. Prestaban una mesa para el altar y una silla; no ten\u00edan espacio para guardar los elementos de la eucarist\u00eda, as\u00ed que los llevaban a sus casas. <\/p>\n\n\n\n El padre esperaba por lo menos a quince personas, pero aparte de ellas casi nadie asist\u00eda y\u00a0 cuando llov\u00eda no se hac\u00eda el servicio. Como una acci\u00f3n paralela para incentivar el esp\u00edritu cat\u00f3lico se organizaron en grupos para reunir a la gente en los hogares y compartirles la palabra de Dios; as\u00ed les llegaban tambi\u00e9n a esas personas que no pod\u00edan ir a misa por cualquier dificultad.\u00a0<\/p>\n\n\n\n Ninguna de las dificultades afect\u00f3 su compromiso como feligresas. M\u00e1s tarde lleg\u00f3 el p\u00e1rroco Rafael Salazar, quien permaneci\u00f3 un a\u00f1o y visitaba mucho m\u00e1s a la comunidad. \u201cCamin\u00e1bamos, hac\u00edamos novenas y gestion\u00e1bamos espacios para celebrar Semana Santa; para un Jueves Santo nos llegaron a prestar un colegio en Flor del Campo\u201d, menciona Glenia. La comunidad iba creciendo.<\/p>\n\n\n\n Con el padre \u2018Rafa\u2019 y el apoyo de la Fundaci\u00f3n Santo Domingo realizaron las novenas en diciembre. Ya se hab\u00edan construido las torres y participaron muchos ni\u00f1os de los nuevos hogares que llegaron a habitarlas; les daban refrigerio y regalos para que recibieran contentos la Navidad.<\/p>\n\n\n\n M\u00e1s adelante, las misas se realizaron en las \u00e1reas sociales de las supermanzanas con casas de dos pisos. Trabajaban por grupos de comunidades y cada domingo le tocaba a uno hacerse cargo de la ambientaci\u00f3n del lugar. Gina y Mayuris iban a las cinco y media de la ma\u00f1ana a asear el lugar. \u201cTodav\u00eda la gente no ten\u00eda sentido de pertenencia, encontr\u00e1bamos eso hecho un desastre, pero lo dej\u00e1bamos listo para la eucarist\u00eda\u201d, recuerda Gina.<\/p>\n\n\n\n Y lleg\u00f3 el momento en que los espacios comunales de las supermanzanas no daban abasto porque los asistentes crecieron. Entonces, gracias a una conexi\u00f3n del padre Javier, se trasladaron al Colegio La Salle, en un espacio que contaba con sillas. Pero al cambiar de administraci\u00f3n en la instituci\u00f3n, el grupo tuvo que mudarse al boh\u00edo de la 72. <\/p>\n\n\n\n Por ese tiempo lleg\u00f3 una gran noticia: la arquidi\u00f3cesis hab\u00eda comprado el terreno para hacer el templo, que les fue entregado en 2020. Y la capilla ya tiene asignado su propio nombre: Nuestra Se\u00f1ora de Guadalupe<\/strong>. <\/p>\n\n\n\n \u201cMonse\u00f1or, por boca de un p\u00e1rroco, supo que esta comunidad proyectaba en ese momento m\u00e1s treinta y cinco mil viviendas y que no necesit\u00e1bamos una parroquia \u00a1sino cuatro! Nos entregaron el lote con mucho monte y nos pusieron un \u2018container\u2019 para tener para la construcci\u00f3n, pero se necesita mucha plata para continuar la obra\u201d, se\u00f1ala Mayuris.<\/p>\n\n\n\n \u201cAhorita tenemos una carpa que nos regal\u00f3 la empresa Coca Cola; pero necesitamos m\u00e1s donantes porque con las lluvias no hemos podido celebrar la misa. Ya tenemos unos bafles y una consola, los cuidamos porque se pueden da\u00f1ar y nos costaron mucho. So\u00f1amos ver la iglesia construida porque ya tenemos los feligreses\u201d, dice Mayuris. <\/p>\n\n\n\n El lote est\u00e1 muy bien ubicado, cerca de la rotonda principal, al lado de una supermanzana y en diagonal a las torres. Cruzando la calle est\u00e1 un paradero de Transcaribe. Hoy tiene un buen cerramiento y los feligreses lo mantienen limpio y sin malezas.<\/p>\n\n\n\n \u201cAl principio tuvimos problemas porque ah\u00ed jugaban unos muchachos y dec\u00edan que ese espacio era suyo. Hemos logrado que las eucarist\u00edas sean m\u00e1s frecuentes. Ahora se celebran los mi\u00e9rcoles a las seis de la tarde y los domingos a las seis de la ma\u00f1ana; hay bastante afluencia de gente\u201d, asegura Gina.<\/p>\n\n\n\n Tambi\u00e9n sostienen una peque\u00f1a comunidad que se re\u00fane los martes a compartir la palabra en compa\u00f1\u00eda del sacerdote. Muchos habitantes de sectores vecinos se est\u00e1n incorporando a la parroquia de Bicentenario. Hay j\u00f3venes lectores y catequistas de Villas de Aranjuez y el mismo sacerdote visita el sector de La Sevillana cada martes.<\/p>\n\n\n\n Todas coinciden en que la iglesia es muy importante para la comunidad porque brinda consuelo, ayuda y se convierte en una gu\u00eda para las familias con dificultades; acompa\u00f1a en las enfermedades y a fortalecer a quienes tienen hijos en riesgo. <\/p>\n\n\n\n Para ellas su compromiso al servicio de la parroquia es brindar su apoyo a quienes lo necesiten, escuchar las historias de vida y ayudar a sobrellevar las cargas de quienes se encuentran fatigados.<\/p>\n\n\n\n Mayuris est\u00e1 a cargo de la log\u00edstica y tiene las llaves del terreno; Auris es catequista y proclamadora de la palabra; Gina y Glenia cantan, recogen las ofrendas y apoyan en lo que se necesite. Hoy se re\u00fanen m\u00e1s de cien personas cada domingo alrededor del culto cat\u00f3lico. Es una buena semilla para los a\u00f1os que vienen, que seguro ser\u00e1n de m\u00e1s crecimiento y fe.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" La comunidad cat\u00f3lica de Ciudad del Bicentenario ha ido creciendo desde cero, pero hoy est\u00e1 consolidada. Detr\u00e1s de este proceso han estado cuatro mujeres que han arado un campo que al principio parec\u00eda poco f\u00e9rtil.<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":754,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[26],"tags":[19],"yoast_head":"\n![\"\"](\"https:\/\/soybicentenario.com\/wp-content\/uploads\/2022\/11\/pulsoo-1024x535.jpg\")
<\/figure>\n\n\n\nMenos de quince<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
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<\/figure>\n\n\n\nSemilla de un templo<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
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<\/figure>\n\n\n\n