{"id":479,"date":"2022-04-21T13:00:53","date_gmt":"2022-04-21T18:30:53","guid":{"rendered":"https:\/\/soybicentenario.com\/?p=479"},"modified":"2022-04-25T19:50:11","modified_gmt":"2022-04-26T01:20:11","slug":"maestro-del-balon-y-de-la-vida","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/soybicentenario.com\/edicion-revista-3\/maestro-del-balon-y-de-la-vida\/","title":{"rendered":"MAESTRO DEL BAL\u00d3N Y DE LA VIDA"},"content":{"rendered":"\n

Cuando estaba cerca de probarse como arquero en el f\u00fatbol profesional, una lesi\u00f3n inoportuna y la falta de juicio lo desviaron del camino. Hoy Germ\u00edn Silgado es un formador \u2013en todos los sentidos de la palabra\u2013 de las promesas futbol\u00edsticas del barrio.<\/p>\n\n\n\n

Naci\u00f3 en Marialabaja hace cuarenta a\u00f1os, pero su familia fue v\u00edctima del desplazamiento y la violencia. Como otros vecinos del barrio, conoci\u00f3 desde muy temprano los horrores del conflicto. A los doce a\u00f1os vino a vivir en distintos barrios de Cartagena, comenzando por Olaya Herrera, donde termin\u00f3 de crecer mientras persegu\u00eda el sue\u00f1o de ser futbolista.<\/p>\n\n\n\n

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\"\"<\/figure>\n<\/div>\n\n\n\n
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Hizo parte de la escuela Expreso Rojo, una de las m\u00e1s reconocidas y tradicionales de la ciudad. Jugaba como arquero. Si no eres muy alto, como es su caso, hay que ser bueno jugando con el bal\u00f3n en los pies, tener dominio del \u00e1rea, agilidad y una gran capacidad de salto. \u201cEsas caracter\u00edsticas eran espec\u00edficas en m\u00ed\u201d, dice. Lo convocaron al Juego de las Estrellas, que cada a\u00f1o enfrenta a profesionales con divisiones inferiores de Cartagena. Ese d\u00eda sus capacidades llamaron la atenci\u00f3n del legendario Agust\u00edn Julio. \u201cAl final me dijo una cosa: \u2013Si tienes disciplina vas a ser profesional\u2013\u201d. Luego le busc\u00f3 una oportunidad para probarse en el Deportes Tolima.<\/p>\n\n\n\n

Pero le lleg\u00f3 la mala hora. En un torneo en Luruaco sali\u00f3 a reaccionar a una jugada y meti\u00f3 el pie en un hueco del campo. Fractura y da\u00f1o delicado. \u201cEso y la falta de juicio\u201d, reconoce. Nunca le volvi\u00f3 a llegar una nueva oportunidad.<\/p>\n\n\n\n

En Mandela me quedo<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

En sus andanzas por la ciudad lleg\u00f3 a vivir al barrio Nelson Mandela. Hab\u00eda conocido a su mujer, Jacqueline Jaraba Guzm\u00e1n, y se hab\u00eda hecho responsable de la crianza de los tres hijos que ella tra\u00eda consigo. Hoy son unos hombres treinta\u00f1eros que m\u00e1s parecen hermanos que hijos. \u201cEstoy bastante agradecido con Dios y con la familia que me puso por delante.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n\n\n\n

De no ser as\u00ed de pronto estos proyectos no se hubiesen dado porque uno tiene que trabajar para subsistir pero tengo bastante ayuda comunitaria y los tres hijos que cri\u00e9 siempre me tienden la mano. La escuela es del trabajo de ellos, de mi mujer y el m\u00edo, porque no vivimos econ\u00f3micamente de la escuela\u201d. Con Jaqueline tuvieron dos hijos m\u00e1s: Pedro Luis y Jhon Ar\u00edstides, que estudian en el Clemente Manuel Zabala, tambi\u00e9n entrenan en la escuela y se est\u00e1n proyectando bien para jugar en ligas de niveles superiores.<\/p>\n\n\n\n

En el Mandela, Germ\u00edn se ganaba la vida vendiendo butifarra. All\u00e1 ten\u00eda amigos y se hab\u00eda acomodado. El gran problema era el arriendo. \u201cEra un veneno. Cuando uno menos se daba cuenta ya se estaba acabando el mes y hab\u00eda que rebuscarse para pagarlo. Entonces nos sali\u00f3 la casa en Bicentenario hace unos doce a\u00f1os\u201d. <\/p>\n\n\n\n

Pero cuando les entregaron la casa le cost\u00f3 venirse a vivir. \u201cElla tom\u00f3 la determinaci\u00f3n y me dijo  \u2013Si te quieres quedar, qu\u00e9date, pero yo me voy\u201d. Y all\u00e1 estuve como un mes m\u00e1s pero despu\u00e9s me dije \u2013Yo me voy: no s\u00e9 cocinar, no s\u00e9 lavar, ni hacer nada\u2013. Fue un tremendo cambio pasar de conocer todo all\u00e1 y luego venir ac\u00e1 y empezar de cero. Pero gracias a Dios al mes ya estaba formando la escuela de f\u00fatbol y esa fue la forma r\u00e1pida de darme a conocer en la comunidad y me hizo la adaptaci\u00f3n m\u00e1s f\u00e1cil\u201d.<\/p>\n\n\n\n

Y, adem\u00e1s, se le acab\u00f3 el \u2018veneno\u2019 del arriendo. \u201cCon pasar a casa propia se ahorra mucho; uno se alivia; ya para invertirle a lo de uno es diferente porque usted eso queda para uno\u201d.<\/p>\n\n\n\n

El tropez\u00f3n<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

En Nelson Mandela hab\u00eda comenzado con una peque\u00f1a escuela de f\u00fatbol. Con el apoyo de los padres de familia alcanzaron a participar en algunos torneos de la ciudad. Aqu\u00ed lleg\u00f3 con esa ilusi\u00f3n. Lo primero era darse a conocer con los ni\u00f1os, despu\u00e9s con los pap\u00e1s, mostrar el trabajo y ganarse la confianza. \u201cAc\u00e1 hab\u00eda un planito, donde hoy est\u00e1n las oficinas de la Fundaci\u00f3n y ah\u00ed los ni\u00f1os llegaban a jugar. Los fui invitando a participar y organizamos una escuelita callejera. Nos \u00edbamos a jugar con los de arriba de aqu\u00ed mismo en Bicentenario, con los de Villas de Aranjuez. Todo el que viniera era bienvenido y pronto se volvi\u00f3 una escuela masiva. Pero era algo recreativo. No ten\u00edamos uniformes ni equipamiento. Lo que s\u00ed nos sobraba era la vocaci\u00f3n de ense\u00f1ar y el sue\u00f1o de tener una escuela de f\u00fatbol como Expreso Rojo o Alameda. Mi sue\u00f1o era estar a su altura\u201d.<\/p>\n\n\n\n

Poco a poco fue creando la estructura, pero a\u00fan no daba el salto a una mayor formalizaci\u00f3n. Hasta que un \u2018tropez\u00f3n de la vida\u2019, como dice \u00e9l, lo oblig\u00f3. \u201cFue con un ni\u00f1o que formamos ac\u00e1 desde cero. En un amistoso en el INEM, un profesor lo vio jugar y le impresion\u00f3. Me propuso que se lo prestara para jugar liga y yo pensaba \u2013Un ni\u00f1o jugando liga es como si jugara profesional\u2013. Se lo prest\u00e9 y a las pocas semanas \u00e9l lo llev\u00f3 a legalizarlo delante de la liga. A los siete meses present\u00f3 una veedur\u00eda con Cortulu\u00e1 y hoy en d\u00eda es profesional\u201d. <\/p>\n\n\n\n

\u201cAlguien me dijo entonces: \u2013Mira, perdiste reconocimiento deportivo y tu plata\u2013 porque yo no ten\u00eda tan presente que hay un derecho de formaci\u00f3n valuado en treinta o cuarenta millones de pesos, dependiendo de la edad del ni\u00f1o. Pero siempre le doy gracias a Dios porque le cumpl\u00ed el sue\u00f1o de llegar a profesional y con que \u00e9l lo reconozca es m\u00e1s que suficiente. Se llama Santiago Vergara P\u00e1jaro<\/strong>. Con nosotros era delantero y en Cortulu\u00e1 es volante armador; fue capit\u00e1n de la selecci\u00f3n del Valle Sub 17; microciclo de selecci\u00f3n Colombia Sub 15 y campe\u00f3n del torneo nacional con Cortulu\u00e1. Su familia sigue viviendo en Bicentenario y el muchacho me reconoce el trabajo, siempre me da las gracias y cuando viene hablamos\u201d.<\/p>\n\n\n\n

A partir de ah\u00ed comenz\u00f3 el proceso de formalizaci\u00f3n. \u201cHoy en d\u00eda somos Bicentenario F\u00fatbol Club con legalizaci\u00f3n en la Liga de F\u00fatbol de Bol\u00edvar, Ider e Iderbol, con personer\u00eda jur\u00eddica y documentaci\u00f3n completa gracias a Dios; y somos reconocidos en la zona por la organizaci\u00f3n, el trabajo y los resultados deportivos que se han dado\u201d. Han acumulado 37 trofeos en diversas categor\u00edas y campeonatos. De los primeros futbolistas quedan muchachos como Adri\u00e1n Zambrano, Daniel Sep\u00falveda y sus dos hijos, que est\u00e1n en el camino de tener oportunidades en equipos como el Uni\u00f3n Magdalena. <\/p>\n\n\n\n

Mil pa\u2019fulano<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

Las jornadas de trabajo var\u00edan seg\u00fan la categor\u00eda. Los m\u00e1s peque\u00f1os, un par de veces a la semana; los grandes -sub 16 y sub 17- entrenan en vacaciones dos veces diarias, cuatro d\u00edas de la semana. Como son torneos en los que hay que viajar a otras poblaciones, tienen que juntar dinero para los transportes. \u201cEl que no tiene con qu\u00e9 me dice \u2013Profe, ma\u00f1ana no voy porque no tengo\u2013, pero con lo de uno remendamos para el otro y as\u00ed nos vamos ayudando. Alguno dice que ayuda con un pasaje, \u2013Yo tengo mil pa\u2019 fulano\u2013. Casi siempre salimos victoriosos en ese aspecto porque somos muy comunitarios\u201d.<\/p>\n\n\n\n

\u201cEn las categor\u00edas menores cobramos una mensualidad. De las sub 15 para arriba pagan muy poco, por el desinter\u00e9s de los pap\u00e1s y porque el pelado ya casi est\u00e1 libre. Pero esos son j\u00f3venes a los que no les podemos decir \u2013Bueno, como t\u00fa no pagas no entrenas\u2013, porque luego los vamos a encontrar en la esquina tirando piedras, simplemente porque no tienen otra cosa que hacer. Pero en general, los padres de familia me han apoyado mucho. Somos una comunidad, no un club. Lo poquito que cobramos es para sostener la escuela. Con eso compramos implementos, balones, herramientas artesanales que nos facilitan el trabajo\u201d. <\/p>\n\n\n\n

\u201cA diferencia de otras escuelas que tienen un nutricionista, preparador f\u00edsico y dem\u00e1s, ac\u00e1 somos psic\u00f3logos, profesores, kinesi\u00f3logos, preparadores f\u00edsicos, \u00a1de todo! A nosotros como formadores eso nos hace m\u00e1s fuertes, pero para el muchacho es mejor tener todos esos apoyos a la mano\u201d, dice. En particular, la nutrici\u00f3n es un tema sensible porque nota que la contextura de los jugadores de Ciudad del Bicentenario suele ser menor que las de los muchachos de otros equipos. \u201cAc\u00e1 se come lo que se tiene y se vive como se puede, entonces de pronto el ni\u00f1o no llega a crecer o evolucionar su parte muscular normalmente. Igual batallamos con lo que tenemos y se sale adelante con lo que hay\u201d.<\/p>\n\n\n\n

\u201cEl trabajo lo hacemos con amor y estamos preparados para trabajar con estas comunidades. No es f\u00e1cil. Conocemos c\u00f3mo podemos encaminar a los j\u00f3venes que tienen talento. Se necesita constancia y tiempo para preparar estos grupos. Son ni\u00f1os formados \u00edntegramente. Les ense\u00f1o a que no peleen con el \u00e1rbitro, a que sepan asumir las derrotas y las victorias, a no ofender en su celebraci\u00f3n a los dem\u00e1s, a que si pierden no se sientan ofendidos sino que miren las virtudes del rival. Son j\u00f3venes que han salido excelentes en esos procesos. Al final quedan pocos, pero con todo un proceso formativo detr\u00e1s\u201d.<\/p>\n\n\n\n

\u201cLa liga nos facilita mucho la formaci\u00f3n con cursos, charlas y material en l\u00ednea: he hecho seminarios virtuales con t\u00e9cnicos profesionales, me preocupo mucho por la preparaci\u00f3n porque eso es lo que me va a llevar al \u00e9xito con la escuela. De cada cosa siempre aprendo, soy un explorador y me gusta avanzar siempre un poquito m\u00e1s; hay p\u00e1ginas de t\u00e9cnicos profesionales que sigo y de lo que m\u00e1s aprendo es de mis propios errores: si pierdo un partido analizo mucho por qu\u00e9 perd\u00ed, qu\u00e9 me falt\u00f3, que debo trabajar y me encamino mucho con eso\u201d.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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