“SUEÑO CON QUE MI MÚSICA INSPIRE TRASFORME MI BARRIO”

Combinando sonidos clásicos y modernos, Melkin Bustos busca inspirar a jóvenes vulnerables con su música e historia de superación.

Para dedicarse al arte, comúnmente suelen existir obstáculos y, en el caso de la música, en un mercado tan concurrido por artistas emergentes como el de Cartagena, la situación puede ser compleja.

Por esta razón vale la pena resaltar las historias de éxito y superación como la de Melkin Bustos, un cantante y compositor de vallenato, que vive en la manzana 78 de Ciudad del Bicentenario que, a sus 35 años, ha logrado convertir su talento en una carrera que lo ha llevado a escenarios locales y nacionales.

El encantador sonido de un acordeón

El amor por la música de Melkin comenzó en su infancia al escuchar a un amigo de su familia tocar el acordeón en su casa. Esto lo llevó a entrenar su voz empíricamente en la privacidad de su hogar, hasta que, a sus 13 años, decidió dar rienda suelta a sus sentimientos, aventurándose a cantar frente al público de su colegio.

En cada presentación sentía que nacía algo en mí. La música era algo que me encantaba y cuando escuchaba a Kaleth Morales quería ser como él. La verdad, fue él quien me inspiró a dedicarme al vallenato”, recuerda Melkin. 

Con una decisión tomada, el joven consiguió una guitarra prestada y empezó a sacar melodías que encendieron aún más su pasión, haciéndolo desarrollar un estilo propio que combina los sonidos de leyendas del género como Jorge Oñate y Rafael Orozco, con figuras contemporáneas como Silvestre Dangond y Kaleth Morales, que le permitieron obtener una buena respuesta de su público. 

“Una vez, en mis inicios, mientras cantaba en un evento, se fue la luz. Decidí seguir cantando a capela, y la gente continuó acompañándome y animándome. Ahí enten­dí que la música, más que los instrumentos, se trata de transmitir emociones”, expresó. 

La autenticidad como principio artístico 

Tras descubrir la clave para triunfar en la música, Melkin creó su agrupación, ‘Melkin Bustos y Mario Machacón’, donde, con música completamente de su autoría, busca innovar sin perder las raíces del vallenato. 

“Mis composiciones son propias, cada letra refleja un pedazo de mi vida, de mis alegrías y luchas. Respeto las raíces del vallenato, pero también quiero llegar a todas las generaciones con un sonido fresco”, afirmó el cantante. 

Actualmente, su esposa e hijos son su mayor inspiración para seguir trabajando en su proyecto musi­cal, manteniendo su mirada fija en el horizonte y el sueño de conver­tirse en un referente nacional e internacional del vallenato. 

Además, el artista está convencido de que la música puede ser un motor de cambio, especialmente. para los jóvenes de su barrio en situación de vulnerabilidad.