¡UN GANADOR VIRTUAL Y REAL!

De las pantallas de los celulares, óscar barriga pasó a ganar partidos en los tableros reales de ajedrez y se coronó campeón de un importante torneo. esta es su historia. 

Está perpleja. Su mirada enamora­da se pierde en ese ser pequeño y  lleno de luz mientras habla sobre su talento. Es tan inquieto como inteligente, tan noble como luchador, y tan persistente como amable. Así define Adriana Cecilia Gómez al mayor de sus dos hijos, Óscar David Barriga Gómez, un niño de solo 9 años que se ha conver­tido en el orgullo de su casa y también de su barrio: Ciudad del Bicentena­rio. ¿Y por qué? Pues porque es un campeón. 

Adriana no puede dejar de ver a Óscar con el amor que solo una madre profesa por su hijo. “Él desarma los yesqueros y cualquier cosa que en­cuentra por ahí”, comenta y ríe. 

En la mesa de la casa de la familia Ba­rriga Gómez hay ahora -al momento de esta entrevista- tres tableros de aje­drez con los que el pequeño Óscar ha practicado esta disciplina. Sin embargo, han sido los tableros virtuales los que le han dado el mayor bagaje como ajedrecista, junto con las clases presen­ciales a las que asiste en su colegio.

“El primer tablero que tuvo lo hicimos con papel y las piezas también las dibujamos en papel”, narra su madre. Aunque no recuerdan bien el día exacto ni el moti­vo por el cual comenzó a practicar aje­drez, saben que fue hace unos cuatro años cuando empezó a interesarse en el mundo de los alfiles, las torres, los peo­nes, los caballos, la reina y el rey. 

“Empecé en el semillero en 2023”, comenta Óscar, y su madre comple­menta: “Desde los 5 años co­menzó a jugar ajedrez, más que todo en lí­nea, por el ce­lular. Aquí, en el barrio, empezó cuando la Fundación Santo Domingo brindó cla­ses extracurriculares en la Institución Educativa Jorge García Usta. Él quería entrar desde hace mucho tiempo, pero la profesora de inglés no lo dejaba. Has­ta que el año pasado comenzó a practi­car con un profesor del semillero”. 

Estas prácticas, tanto virtuales como presenciales, dieron sus frutos más temprano que tarde: participó en Aje­drez al Parque RCN, el 14 de junio de 2024. Ganó uno, dos, tres, cuatro y cinco partidos consecutivos; puso en jaquema­te a todos sus contrincantes y se procla­mó ganador. “Jugué cinco partidas de 15 minutos con niños de mi edad y fui cam­peón en la categoría sub-10. Me sentí muy bien por eso”, contó, aún con emo­ción. El premio fue una medalla que lo distingue como vencedor, así como un tablero de ajedrez que ahora reposa en la mesa de su casa. Por el triunfo, por sus ganas de seguir ganando y por su amor por el ajedrez, continúa juiciosamente sus prác­ticas, en las que la tecnología es su gran alia­da. 

“Todos los días Óscar juega en línea con per­sonas de todo el mundo en una aplicación que se llama Chess.com”, añade su madre. “Practico una o dos horas al día”, agrega el pequeño ajedrecis­ta mientras aco­moda las piezas en su nuevo tablero. 

Con la dedicación de un verdadero campeón, Óscar sigue perfeccionando su juego, so­ñando con llegar cada vez más lejos en el mundo del ajedrez. Para él, este es solo el comienzo de muchas victorias por venir.

Cumpliendo el sueño de prosperar 

Adriana ha encontrado en Ciudad del Bicentenario una oportunidad para sacar adelante a su familia junto con su esposo, también llamado Óscar. “Nos hablaron de una oportunidad de vivienda, porque antes vivíamos en la casa de una tía. Después llegamos acá, a través de un subsidio. Es un lugar donde nos ha ido bien gracias a Dios”, afirma. Ahora, ella quisiera visitar su población de origen: la vereda Palestina, en el Peñol, Antioquia, lugar de donde salió desplazada hace 23 años, pero al que quisiera llevar a sus hijos para que se conecten con sus orígenes, algo con lo que sueña Óscar. 

Posted in

Soy Bicentenario 2023

Leave a Comment